Quizás sea el dinero o las cosas y el estilo de vida que el dinero puede comprar, así que parece lógico utilizar al dinero para obtener mejores resultados de las personas: Podemos prometer más dinero o podemos amenazar con reducirlo.

Y es lógico no sólo para administradores o jefes, sino también para los padres que quieren que sus hijos mejoren en la escuela o para cualquiera que quiera provocar un cambio de comportamiento en alguien que depende económicamente de ellos.

Hoy les traigo una conferencia con evidencia de que lo anterior está equivocado.

El placer de hacer las cosas por ellas mismas

Si hablamos de recompensas normalmente pensaremos en un jefe, un supervisor, alguien externo quien es encargado de premiarnos (o castigarnos), pero si hemos de replantearnos la eficacia de los premios y los castigos deberíamos examinarlo a nivel interno.

La charla que verán habla de cómo el rendimiento disminuye cuando lo que se pone como objetivo es la recompensa derivada de hacer algo, pero también habla de algo que es igualmente importante: la satisfacción y la creatividad derivada de hacer algo porque se disfruta hacerlo.

Obviamente las empresas pueden aprovechar este enfoque, pero me parece más importante reconsiderar a nivel personal lo que perseguimos.

¿Qué es lo que queremos?

• Una recompensa (cuya obtención depende de múltiples factores) o series de recompensas, ganadas haciendo algo desagradable o poco satisfactorio y con montones de estrés, al tiempo que nuestra creatividad y entusiasmo disminuyen.

• Tener una vida de significado, con pocas recompensas (o incluso ninguna), haciendo lo que nos gusta y trayendo cosas que impactan y cambian a quienes nos rodean, viviendo con creatividad y entusiasmo al menos una parte considerable del tiempo.

Quizás las descripciones anteriores sean exageración, la primera puede no ser tan oscura y la segunda no tiene que resultar gloriosa, pero creo que dan una idea del contraste entre estas dos orientaciones.

Y quizás la diferencia más importante entre tales orientaciones está en que las recompensas son transitorias, ganas esas recompensas (dinero, casas, ropas, autos, etc.) pero con el tiempo inevitablemente pierden su encanto, te acostumbras a ellas; en tanto que la satisfacción de hacer lo que te gusta es permanente, vencer los desafíos y aportar algo trae consigo un disfrute siempre renovable y siempre al alcance, son ellas mismas su inagotable recompensa.

El ponente

Daniel H. Pink es un escritor estadounidense, con tres libros que han sido éxitos en ventas. También ha escrito artículos para revistas famosas como The New York Times, Wired y otras, a la vez que es conferencista frecuentemente invitado a dar ponencias sobre negocios, la era de la información y las nuevas habilidades requeridas en el siglo XXI.

Daniel Pink fue el escritor principal de discursos del vicepresidente de Estados Unidos Al Gore de 1995 a 1997, y a pesar de haber estudiado leyes jamás ha ejercido como abogado, hecho del cual se siente orgulloso.

Un libro suyo,  a publicarse en diciembre de 2009 cuyo título podría traducirse como: “Impulso: La sorprendente verdad sobre lo que nos motiva” (en inglés: Drive: The surprising truth about what motivate us), trata sobre el tema de la siguiente charla.

Las recompensas, la creatividad y la ciencia de la motivación

«Cuando el arquero dispara porque sí, tiene consigo toda su destreza. Cuando lo hace por un premio de oro, su puntería se pierde: ahora tiene dos blancos.» Frase Zen

[Charla completa en YouTube por cortesía de Keny.]

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Traducción y subtítulos: Ajmme Kajros

En TED: Dan Pink on the surprising science of motivation

*Video subtitulado y distribuido bajo los términos de uso de TED Conferences LLC.

La aparente «cara» en Marte

Algo que aprendemos muy pronto en la vida es que lo que creemos y la realidad no siempre coincide, pero notablemente no examinamos muchas de nuestras creencias, en particular las aceptadas socialmente, las que nos fueron inculcadas en la infancia y aquellas que están dadas por nuestras características como especie.

En este sentido, la charla que hoy les traigo es una de las exposiciones más amenas y claras que he visto sobre el poder de los mitos y la abundancia de ellos a nuestro alrededor.

La naturalidad de lo extraño

Representación de la visión aristotélica del Universo

El título dice: «Creer cosas extrañas», pero en realidad podría llamarse: «Mitos: Las creencias naturales», y con esto me refiero a que lo más natural es creer cosas que quizás sean absurdas, pero lo son a la medida humana.

Como especie tenemos una historia evolutiva que nos hace percibir de cierta manera al mundo. Por ejemplo, somos seres sociales, lo que hace que nos resulte particularmente importante conocer, o al menos, suponer qué piensan y sienten las personas que nos rodean.

Y si bien atribuirles intenciones y sentimientos a otras personas es un modelo adecuado de la realidad, la cosa se pone interesante cuando comenzamos a adjudicarle personalidad a fenómenos que no pueden tenerla, como la lluvia, el mar, el ciclo agrícola, el sol, y demás cosas que han sido el punto de partida de muchas religiones.

Tláloc, dios azteca de la lluvia

En otras palabras, una herramienta útil en determinado contexto (otras personas) se vuelve origen de cosas absurdas (sacrificios, cultos, justificación de atrocidades, autoritarismo, artículos de fe, guerras, etc.) cuando es aplicado en algo que no es humano, como la naturaleza o las leyes de la biología o la física.

Otro ejemplo, mencionado en la charla, es el reconocimiento de rostros, y creo que cualquiera ha visto caras y figuras reconocibles en manchas de una pared o en la comida, y sin embargo ciertos patrones y dibujos se siguen considerando excepcionales (es decir milagrosos). Más bien lo excepcional es la capacidad del cerebro humano para reconocer tales patrones.

Pero creo que lo que hacemos con estos mitos es en realidad «convertir» lo que nos rodea, el mundo, el Universo, a una medida humana, a una perspectiva comprensible para nosotros, dadas nuestras limitaciones como especie.

Pata de conejo para la buena suerte

Por eso es más sencillo pensar que la vida «tiene algo» contra ti o a favor tuyo, que hay seres (similares a humanos) o al menos un ser lo bastante humano como para interesarse en gobernar los eventos de tu vida, que hay un consejo de individuos oscuros que gobiernan a su antojo la economía mundial, que la vida después de la muerte será muy parecida a esta existencia biológica, etcétera. Nuestra solución es darle personalidad, darle estatura humana, darle apariencia conocida a eventos complejos fuera de nuestra comprensión actual.

Y bueno, lo anterior funciona porque nos da la seguridad y confianza de que conocemos al mundo, una mentira claro, pero es una buena mentira ya que nos deja dormir tranquilos en medio de un universo desconocido y complejo.

Después de todo, lo que como especie percibimos no es el mundo tal como es, es el mundo tal como hemos necesitado verlo durante millones de años (como especie) y por cientos y decenas de años (como sociedad y cultura) para poder sobrevivir.

Por lo anterior creo que lo antinatural no es creer cosas extrañas, lo antinatural es el pensamiento científico que, conforme pasa el tiempo, nos muestra una imagen cada vez más fiel del Universo, el cual se nos muestra cada vez menos humano.

El ponente

Michael B. Shermer es un escritor científico estadounidense, fundador de The Skeptics Society y editor en jefe de la revista Skeptic.

Estudió la licenciatura y la maestría en Psicología y obtuvo su doctorado en Historia de la ciencia, a pesar de inicialmente haber pretendido estudiar teología cristiana. Ha escrito numerosos libros sobre la ubicuidad de las creencias sin fundamento y fue conductor de una serie de televisión sobre el mismo tema llamada Exploring the Unknown. De entre sus libros destaca su obra: “Porqué creemos cosas raras” (en inglés: Why People Believe Weird Things), publicado en 1997 y reeditado en 2002.

Como dato anecdótico, fue hasta el año 2006 que el Dr. Shermer aceptó que negar el calentamiento global ya no era una posición sostenible ante la evidencia científica, mientras que antes había manifestado escepticismo sobre la realidad del fenómeno.

En la siguiente conferencia el Dr. Shermer ofrece un vistazo sobre mitos e ilusiones que muchas personas aceptan como reales, terminando con una divertida anécdota musical. Que la disfruten.

Porqué creemos cosas extrañas

La verdad, aunque sea difícil.

[Charla completa en YouTube por cortesía de Keny.]

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Traducción y subtítulos: Ajmme Kajros

En TED: Michael Shermer on strange beliefs

*Video subtitulado y distribuido bajo los términos de uso de TED Conferences LLC.

Pero podemos empezar por preguntarnos si realmente es nuestra esa capacidad.

No sabemos cómo pensamos, cómo funcionan los procesos que nos hacen cobrar consciencia, y ciertamente tampoco sabemos cómo creamos.

Pero seguimos sintiéndonos responsables de esa capacidad, como si fuéramos totalmente dueños de ella.

Y si bien es cierto que toda creación implica esfuerzo, constancia y concentración, tampoco es algo que podamos conjurar a voluntad. No podemos forzar esa chispa súbita que llamamos inspiración, la idea que se aparece repentina y urgente para darle nacimiento, forma o el toque final a algo.

No creo en entidades invisibles que controlen o asignen inspiración a los seres humanos, el mundo ya es bastante complejo tal como es, y francamente no creo que seamos tan importantes para tener un servicio de administración creativa cósmica asignado al servicio de la humanidad.

Pero sí creo que somos un misterio para nosotros mismos, que lo que llamamos «yo» es demasiado pequeño y superficial para explicar lo que somos. Que muchas veces nos equivocamos al cargar con culpas y glorias que no le pertenecen a nuestra parte consciente, e incluso, que a veces no nos pertenecen a nosotros en lo absoluto. Que nos queda mucho por aprender como para tomarnos tan en serio y creer tanto que estamos bajo nuestro completo control.

Y en el fondo ya sabemos que para crear, no hay otra forma mas que intentarlo una y otra vez. Y esperar a que esa idea indefinible, esa sensación desconocida a la que atisbamos de reojo se manifieste de lleno. Y si no lo hace, intentarlo de nuevo, disfrutando de ese esfuerzo voluntario y dirigido que quizás no llegue a nada (en términos de éxito o de aceptación masiva), pero que tiene muchísimo significado en sí mismo.

La siguiente charla es otra de mis favoritas. En ella, Elizabeth Gilbert (una escritora de éxito internacional) hace una presentación magnífica de lo que puede ser la lucha creativa, y ofrece una perspectiva de cómo podemos entrar a esa batalla protegidos de nuestro ego. Una perspectiva, o un truco quizás, que yo comparto: La creación viene de fuera.

La ponente

Elizabeth M. Gilbert, es una novelista, ensayista, biógrafa y escritora estadounidense.  Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Nueva York, y al terminar se dedicó a experimentar la vida como cocinera, camarera, mandadera en una revista y otros trabajos, con el propósito de poder escribir después sobre ellos.

Come, reza, ama

Elizabet Gilbert ha publicado varios libros, pero aquél con el que obtuvo fama mundial es «Come, reza, ama», publicado en 2006. En esta memoria narra la búsqueda espiritual y personal que emprendió durante un año, viajando a Italia, la India y Bali.  El libro ya permaneció por más de 100 semanas en la lista de Bestsellers de no-ficción del New York Times.

Los derechos para hacer una película basada en la obra han sido comprados por Paramount Pictures, y se planea que sea protagonizada por Julia Roberts.

El genio de la creatividad

Persiste, de todas formas.

[Charla completa en YouTube por cortesía de Keny.]

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Traducción y subtítulos: Ajmme Kajros

En TED: Elizabeth Gilbert on nurturing creativity

*Video subtitulado y distribuido bajo los términos de uso de TED Conferences LLC.

Es un cambio dramático debido principalmente a la implementación de políticas sanitarias y de nutrición, así como al aumento del conocimiento médico.

Sin embargo, nuestro tiempo sigue siendo limitado. A principios del siglo XXI, todas las personas seguimos envejeciendo y eventualmente muriendo. Sin embargo, cualquiera que se de cuenta de los avances tecnológicos y científicos del último siglo puede preguntarse:

Usando la ciencia: ¿es posible extender el tiempo de vida? ¿Podremos algún día ser inmortales?

Esta anotación es la primera de una serie dedicada al estudio del envejecimiento, la longevidad y las tecnologías que nos harían posible vivir, si no para siempre, al menos durante más tiempo y con mejor calidad de vida.

Comencemos.

La búsqueda de la inmortalidad

La investigación sobre los métodos para evitar o revertir la vejez y vencer a la muerte, probablemente es tan antigua como la humanidad misma.

En épocas tan remotas como las de la antigua China, ya se hablaba de sustancias que permitían alcanzar la inmortalidad. En la alquimia china se consideraba que materiales preciosos y duraderos tales como el jade, el cinabrio y la hematita conferían su longevidad a quien los consumiera. En particular el oro, al ser un metal que no se mancha, era considerado un ingrediente importante del secreto de la longevidad.

(Entre paréntesis: El cinabrio es un mineral -sulfuro de mercurio- de color rojo que se compone en un 85% de mercurio. La hematita es mineral que contiene óxido férrico, conteniendo 70% de hierro. El jade es un tipo de roca preciosa.)

Las recetas de longevidad china también implicaban el uso de mercurio y de arsénico, lo que condujo a que más de un Emperador chino muriera envenenado por intentar prolongar su vida.

Por supuesto, existen historias de inmortales que lograron el secreto de la vida eterna. Un inmortal famoso en China, Corea y Japón es Ma Gu, quien es descrita como una bella mujer joven, de largas uñas y protectora de las mujeres en la mitología china.

También en la mitología griega se hablaba de una sustancia capaz de garantizar la inmortalidad a quien la ingiriera. La ambrosía es conocida junto con el néctar por ser alimento de los dioses, pero también tiene la propiedad de hacer inmortal a quien la ingiera.

Por ejemplo, en uno de los relatos del nacimiento de Aquiles, la madre de éste, Tetis, unta a su hijo con ambrosía para después pasarlo por el fuego, con el propósito de volverlo inmortal. El padre de Aquiles, Peleo, espantado la detiene, quedando solamente el talón sin inmortalizar.

La piedra filosofal

Pasemos ahora a mencionar a los alquimistas occidentales, cuya meta principal era la piedra filosofal, una sustancia capaz de convertir metales comunes en oro, devolver la juventud perdida, y de conferir la inmortalidad.

Muy relacionada con la piedra filosofal está la panacea universal, otra sustancia buscada por los alquimistas, capaz de curar todas las enfermedades y también, de dar vida eterna.

Por supuesto, también hay relatos de alquimistas que triunfaron en su búsqueda. Entre ellos, Alberto Magno, de quien se dice que encontró la piedra filosofal y se la pasó a su discípulo Tomás de Aquino. Aunque lo que queda es una afirmación en sus libros de haber presenciado la creación de oro por transmutación.

Pero sin duda, entre los alquimistas, el nombre más famoso es el de Nicolas Flamel, del cual se cuenta haber alcanzado junto con su esposa la inmortalidad, al igual que el secreto de la transmutación de otros metales en oro. Una historia sobre este personaje, es que un ladrón se introdujo en la casa de Nicolas Flamel después de la muerte de la pareja, buscando el tesoro legendario del alquimista. Al no encontrar nada, se dirigió a la tumba con una pala y una linterna. Aparte de la decepción de no encontrar oro alguno en el ataúd, el ladrón pasó también por la impresión de no encontrar tampoco ningún rastro del cuerpo de Nicolas Flamel.

Ponce de León y la fuente de la juventud

En la Edad Media, con el descubrimiento de América, surgió una de las leyendas más famosas sobre la inmortalidad: La fuente de la eterna juventud.

El conquistador Juan Ponce de León es famoso por su búsqueda de un mítico lugar llamado Bimini, lleno de riqueza y prosperidad. La leyenda narra que escuchó la historia de Bimini de los indígenas arahuacos en Puerto Rico, quienes narraban de un antiguo jefe indígena que había ido en busca de las aguas rejuvenecedoras y nunca había regresado.

Como es sabido, Ponce de León emprendió la búsqueda de la fuente sin tener éxito, muriendo a causa de una herida de flecha en su última expedición.

Mitos de personas con largas vidas

Las leyendas de personas inmortales, o de vidas extraordinariamente largas, existen desde tiempos antiguos. El ejemplo probablemente más conocido en el mundo occidental son las edades listadas en la Biblia, siendo Matusalén con sus 969 años, el personaje bíblico con la vida más larga.

En una época tan cercana a la nuestra como es principios del siglo XX, se reportaron individuos que supuestamente sobrepasaron por mucho la vida promedio de los seres humanos. Algunos de estos personajes son:

• Shirali Muslimov, de origen ruso, 168 años (1805-1973). La prueba con que demostraba su edad era un pasaporte indicando su año de nacimiento en 1805. Originario de la región de Lerik, en la actual Azerbaiyán, zona que ha sido reconocida por expertos como un lugar donde los centenarios son inusualmente comunes.
• Zaro Aga, turco de procedencia, 157 años (1777-1934). Su edad quedó registrada en su certificado de defunción como de 157 años, aunque existían afirmaciones de que tenía164 años al momento de su muerte. Según cuenta la historia (o mito) sobre Zaro Aga, a su muerte su cuerpo fue enviado a los Estados Unidos para ser investigado.

Pero quizás el relato (no comprobado) de la persona más longeva de la edad contemporánea, sea el de Li Ching-Yuen, de quien se dice que vivió nada menos que 256 años, de 1677 a 1933. Sin embargo, el mismo Li Ching-Yuen, afirmaba haber nacido en 1736, lo que lo haría tener al momento de su muerte 197 años.

La afirmación de que este hombre alcanzó los 256 años de edad, proviene de que en 1930 se encontraron registros de que el Gobierno Imperial Chino, había felicitado en 1827 a Li Ching-Yuen por cumplir 150 años. De acuerdo a un artículo del Times en 1933, Li Ching-Yuen había enviudado 23 veces y vivía con su 24ava mujer, la cual tenía 60 años. Su secreto para una larga vida, de acuerdo al mismo artículo del Times, es:

Mantén un corazón tranquilo, siéntate como una tortuga, camina ágilmente como una paloma y duerme como un perro.

Transplantes de monos

Nuestra historia sobre la búsqueda de la eterna juventud y de la inmortalidad no estaría completa sin mencionar a Serge Voronoff, quien a principios del siglo XX, afirmaba haber descubierto la forma de revertir el proceso del envejecimiento.

Voronoff (1866-1951) fue un cirujano francés, de origen ruso, de reconocida fama en Francia entre los años 1920 y 1940. El origen de su fama (y posterior caída en desgracia) fue su uso de transplantes de tejido glandular de animales a seres humanos, con el propósito de devolver la juventud y retrasar la vejez.

El origen de sus ideas, fueron sus observaciones en Egipto del efecto que la castración tiene en los eunucos, por lo que su trabajo se basó en transplantar tejido glandular de organismos jóvenes a viejos, para transmitir la juventud a estos últimos.  Inicialmente transplantó tejido testicular de criminales ejecutados, pero al ser insuficiente esto para satisfacer la demanda, empezó a utilizar tejido testicular de monos en su lugar.

Voronoff también transplantó tejido de la tiroides de monos a personas con deficiencia en esta glándula, además de múltiples experimentos de transplantes entre animales viejos y jóvenes. También intentó transplantar ovarios de monas a mujeres, así como el proceso inverso, para después intentar fecundar a la mona con esperma humano.

Finalmente se descubrió que el tratamiento de Voronoff no tenía los efectos que se afirmaban, y que la mejora se debía al efecto placebo. Para empezar, tejido animal transplantado en humanos, conduce al rechazo inmediato, en lugar de ser absorbido como pensaba Voronoff.

Voronoff cayó en el desprestigio, pero en años recientes se reconoce su trabajo como el antecesor de la moderna terapia de reemplazo hormonal, utilizado para restablecer los atributos físicos que declinan con la vejez.

—

Como hemos visto, los seres humanos hemos buscado y creído en fórmulas y secretos para prolongar la vida. En las siguientes anotaciones de esta serie veremos los avances actuales en la comprensión del proceso del envejecimiento, así como en el desarrollo de técnicas que podrían permitirnos vivir jóvenes por más tiempo.

Artículo siguiente en esta serie: Porqué existe la vejez y la muerte: Descubre las explicaciones científicas para la existencia de la muerte por envejecimiento.